La felicidad de argentina según Happy Planet Index
¿Vivimos como somos o somos cómo vivimos?
Dice el tango que “siempre el color es del cristal con que se mira”, y es indudable que a los argentinos nos pusieron un cristal muy oscuro delante de los ojos, pues después del fútbol y el asado, el deporte nacional es la queja: queja al clima, queja al tránsito, queja a los trámites, queja a las colas, queja a los precios, queja a los políticos, queja al trabajo, queja a los vecinos, queja a los parientes, queja a la comida, queja a las fiestas, queja a la queja!!
Analizándolo económicamente, se podría afirmar que la queja es mayor cuando mayor es la diferencia entre lo esperado y lo realmente obtenido, es decir cuando las perspectivas se alejan de la realidad.
Si yo pretendo con mis ingresos tener un consumo por demás elevado y desorbitado será difícil acercarse o realizar tal pretensión, será normal entonces que manifieste mi frustración con la queja.
Es decir, es justamente esta distancia es la que hace germinar la frustración, el desengaño.
Lo mismo pasa con el Marketing empresarial, si la publicidad de un producto o empresa resulta engañosa y los consumidores se acercan con una alta expectativa que después no se cumple, la decepción será mayor y es un gran riesgo para las empresas que no equilibran sus planes de Marketing con su planes de mejora real de servicio o producto.
Realidad Argentina vista por otros
A nivel macro, en Argentina es muy difícil sacar rotundas conclusiones; principalmente porque el país es muy grande y existe una enorme divergencia en los valores y el tipo de vida en las distintas regiones geográficas del país, los parámetros para medir la “felicidad” siempre resultara entonces subjetiva.
Aun así las comparaciones con datos medibles siempre resultan por lo menos interesantes, ya que son un parámetro objetivo de indicadores cuantificables.
Con este propósito Happy Planet Index (www.happyplanetindex.org/data/) mide la “felicidad” en 151 países de todo el mundo, teniendo en cuenta la esperanza de vida, la experiencia de bienestar y el ambiente sano y sostenible para las personas que viven en ellos.
Las puntuaciones globales del índice muestran datos por lo menos paradójicos al no tener en cuenta factores como el ingreso per cápita u otro tipo de indicador económico.
Según este indicador, Argentina estaría en el puesto 17º, por delante de muchos países del primer mundo que muestran un mayor grado de desarrollo económico.
El vaso: ¿medio lleno o medio vacío?
Si así nos ven de afuera cabe preguntar ¿porque entonces esta constante queja? ¿Por qué sentimos la invariable sensación de estafa?
Ahora le propongo hacer un ejercicio: ¿Cree en otros países tienen mayor nivel de vida?
¿Porque afirmamos esto? ¿Hemos viajado, sabemos cómo viven en otros países o hablamos en boca de otros?
Por último, si está convencido de que sí, habría que preguntar con quién nos comparamos, y si mayor nivel de vida es sinónimo de mayor consumo.
El acervo popular afirma que “los argentinos debiéramos vivir mejor que nadie porque somos un país rico, el más rico del mundo”. Yo creo que en realidad tenemos alta, muy alta las expectativas, narcisismo colectivo inflado históricamente que eleva nuestro ego y nos convierte en seres ofuscados e insatisfechos, por supuesto siempre por culpa de los otros claro.
En la web de Happy Planet Index Ud. también puede medir su propio índice de felicidad (www.happyplanetindex.org/survey/), ¿se anima?