Todo indica que el 2018 será un año complejo
Inflación al galope, suba de tarifas y retraso del tipo de cambio; un cóctel explosivo.
El diagnóstico del gobierno es la idea básica de la ortodoxia económica: el afán de lucro atrae inversiones y esta empuja la economía, mientras la inflación es culpa de un exceso de demanda, por ende esta debe reprimirse para equilibrar la economía, y así se hizo!!!
A la profunda baja de consumo en el 2016 vino un planchado 2017, año en que la economía (PBI) solo fue sostenida por la obra pública apalancada por el endeudamiento externo.
Sin embargo la inflación inercial que sufre el país no es tan simple de domar (24.8% en 2017 según el INDEC), y los inversores no querían mensajes para invertir, querían hechos, realidades, y siguen esperando.
Se destaca que la inflación medida por el INDEC es auditada desde enero de 2014 por el FMI
“Fuimos demasiados ingenuos” admitía el flamante ministro de economía Alfonso Prat-Gay ante la escasez de inversiones en marzo de 2016 a solo 100 días de gobierno.
Ya van 2 años de este nuevo rumbo económico, ¿y la lluvia de inversiones? ….. seguimos esperando y ya vamos a empezar el 5º semestre y lo único que llega son capitales golondrinas a “hacer la américa” con el jugoso interés que pagan las Lebacs.
Déficit gemelos
Como si fuera poco, el combo fue completado con la apertura externa para no estar “aislados del resto del mundo”, el nuevo escenario como era obvio no tardó en llegar: mientras sufren nuestras Pymes la inundación de productos baratos llega el déficit de balanza comercial y se profundiza el déficit fiscal.
¿Qué dice el manual de economía clásica para estos casos?
Devaluación para poner un tipo de cambio competitivo que ataque al déficit externo y achicamiento del aparato público para eliminar el déficit fiscal.
Bueno…. por un lado el dólar ya subió y estamos todos esperando un nuevo repunte, y por otro lado la expulsión de trabajadores del estado es noticia corriente.
Está claro que en el marco del enfoque aplicado el objetivo de pleno empleo en el corto plazo pasa a un segundo plano, y “en el largo plazo estamos todos muertos” decía Keynes.
¿Qué esperar para el 2018?
A pesar de las altísimas tasas de interés que nos recuerdan la triste historia de principios de los `80 cuando se hacía más plata especulando que invirtiendo ya se sabe que no se va a poder cumplir las metas de inflación.
Con los nuevos aumentos de tarifas y combustibles y la presión del dólar, es fácil ver el escenario complicado en que nos encontramos.
Por ahora nos siguen prestando, mientras… el mercado es implacable, especulando sin riesgo (con las Lebacs) está aprovechando la oportunidad servida en bandeja.